Aunque en un principio el sitio de videos más famosos del mundo, YouTube, estaba destinado solo a ver y ser visto, ahora su ha sumado un nuevo servicio: la confesión. Es ya un fenómeno que se estudia en las universidades.
n de una chica de 130 kilos de bajar de peso y hacerlo con testigos de la red, por consejo de su psiquiatra, hasta quienes decide salir del closet y gritar al mundo, por internet, que le gusta la gente de su mismo sexo.
El fenómeno se ha extendido de tal manera que ya es objeto de estudio de las universidades. Sin ir más lejos, Karoliina Talvitie-Lamberg, de la analizó varios videos y opina que para muchos usuarios de la web suponen u
na oportunidad de “ser alguien en internet”.
Las ciberconfesiones, en las que las mujeres parecen ser más protagonistas que los varones, no siempre son auténticas. Hay vloggers (video bloggers) que montan actuaciones y luego las publican por capítulos. Es necesario saber distinguir la ficción de la realidad.
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